EL LEÓN Y EL PASTOR #ingrato #bondad #fabula #esopo #niños #lecturajuvenil
Yendo un león por una montaña equivocó el camino, y pasando por un lugar lleno de zarzas, se le hincó una espina en la mano, de tal manera que no podía andar por el gran dolor que le causaba.
Encontró un pastor, y acercándose a él, comenzó a menear la cola, teniendo la mano alzada. El pastor, que lo vio venir, turbado por su presencia, comenzó a darle del ganado para que comiese, mas el león no deseaba comer, sino que le sacara la espina; por lo cual puso la mano en la rodilla del pastor que viendo la hinchazón de la mano y la espina clavada, entendió lo que quería el león, y con una lezna aguda le abrió poco a poco el tumor y le sacó la espina.
Sintiéndose sano el león, lamió la mano del pastor, sentándose a su lado, y poco después, ya buena la mano se fue.
Pasados algunos años cayó el león en un lazo, y fue puesto en el lugar de las fieras. El pastor cometiendo un delito fue también preso por la justicia y sentenciado a las bestias feroces para ser devorado por ellas, y poniéndole en el anfiteatro le echaron casualmente aquel mismo león, que salió para arrojarse sobre él con gran furia, pero al llegar al pastor, le conoció, se sentó a su lado y le defendió de las demás fieras. Todos se llenaron de admiración viendo cosa tan extraordinaria, y sabida del pastor la verdad del hecho, se les dio la libertad a los dos.
Nadie debe ser ingrato de la bondad que reciba. Hay que ser agradecido y devolver el favor cuando la ocasión lo requiera.
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