JACK-MY-LANTERN (JUAN LINTERNA) #leyendas #america #lectura #juvenil #maldicion
Un día que estaba jurando como un condenado, llamaron a la puerta y entró el Malo. Venía a llevárselo. Pero el herrero suplicó y lloró tanto, que el Malo le propuso un trato; vendría por su alma dentro de un año, y en tanto le prestaría su ayuda. Entonces el Malo hechizó la silla y el martillo del herrero. Quien se sentara en la silla no podría levantarse hasta que el herrero le diera permiso, y quien cogiera el martillo tendría que estar golpeando con él hasta que el herrero quisiera. Con esto podría sacar mucho dinero.
Pasó otro año, y el Malo se presentó de nuevo. Otra vez fingió estar ocupado el herrero, y le pidió ayuda para acabar antes. Cogió el Malo el martillo hechizado y tuvo que golpear hasta que el herrero le libró de la tarea a cambio de otro año de plazo.
Acabado el año, volvió el Malo por tercera vez. El herrero suplicó y lloró; pero esta vez el Malo lo metió en un saco y se lo llevó. En el camino se encontraron unos hombres y el Malo se les unió con la idea de cazar alguno más. Hablando con ellos, llegó la hora de comer. Se sentaron a la mesa, y el Malo metió el saco debajo, junto a los de los otros hombres.
Tan pronto como el herrero se sintió en el suelo, se escapó del saco y puso otro en su lugar.
-¿Qué nos traes, padre?
Abrió el saco, y salió un enorme perro de presa, que les dio un gran susto. Al fin, el herrero murió y se presentó en el cielo; pero no le dejaron entrar. Entonces, se fue al infierno y llamó; pero tan pronto como el Malo le vio, dijo:
-Te burlarás de mí.
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