EL AVE FÉNIX #CUENTO_INFANTIL #ANDERSEN #inmortal
Pero cuando Eva tomó el fruto de la ciencia del bien y del mal, y cuando ella y Adán fueron arrojados del Paraíso, de la flamígera espada del ángel cayó una chispa en el nido del pájaro y le prendió fuego. El animal murió abrasado, pero de un huevo rojo salió volando otra ave, única y siempre la misma: el Ave Fénix, única en el mundo.
El pájaro vuela en torno a nosotros, raudo como la luz, espléndido de colores, magnífico en su canto. Cuando una madre está sentada junto a la cuna del hijo, el ave se acerca a la almohada y, desplegando las alas, traza una aureola alrededor de la cabeza del niño. Vuela por el sobrio y humilde aposento, hay resplandor de sol en él y sobre la pobre cómoda exhalan su perfume unas violetas.
Pero el Ave Fénix no es sólo el ave de Arabia; aletea también a los resplandores de la aurora boreal, sobre las heladas llanuras de Laponia y salta entre las flores amarillas durante el breve verano de Groenlandia.
En las minas de carbón de Inglaterra, vuela como la polilla espolvoreada sobre el devocionario en las manos del piadoso trabajador. En la hoja de loto se desliza por las aguas sagradas del Ganges, y los ojos de la doncella hindú se iluminan al verla.
¡Ave Fénix! ¿No la conoces? Posada en el hombro de Shakespeare adoptaba la figura del cuervo de Odín y le susurraba al oído: ¡Inmortalidad!
Ella está en todo hecho glorioso, en todo acontecimiento importante, en todo esplendor, rejuvenecida cada siglo, nacida entre las llamas, entre las llamas muertas; su imagen, enmarcada en oro, cuelga en las salas de los ricos y vuela con frecuencia a la aventura, solitaria en busca de nuevos paisajes y de nuevos cielos siempre tejiendo la preciosa leyenda del Ave Fénix.
En el jardín del Paraíso, cuando nació en el seno de la primera rosa, bajo el árbol de la Sabiduria, fue llamada por su nombre verdadero ¡Poesía!
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