EL CHICO DE LA MONTAÑA #leyenda #america #pueblocheyenne #lecturajuvenil #niño #poder

                   

                    

             

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Era el embarazo más largo que se había visto en el poblado: aquella mujer estuvo encinta durante cuatro años.  Los ancianos del pueblo murmuraban entre ellos, comentando que cuando naciese, aquel niño tendría poderes especiales.

En efecto, cuando la mujer al fin dio a luz al niño, descubrió que su hijo tenía poderes sobrenaturales.  Asombrosamente, el niño podía quitarse la cabeza y volvérsela a poner en su sitio a voluntad.  También podía transformarse en un montón de huesos si así, se le antojaba. 

 Corrió la voz en el poblado de que había nacido un niño con poderes extraordinarios, y sintiéndose amenazado por la popularidad creciente del niño, el jefe de la tribu intentó despreciar al chico y sus poderes.  El joven no estaba dispuesto a ser tratado de ese modo, por lo que enseguida se enzarzaron en una pelea.  El jefe no tenía ninguna posibilidad de vencer al chico, pues este era muy fuerte, y con un golpe rápido, el chico derribó al jefe y lo mató.

Los guerreros enfurecidos, se abalanzaron sobre el chico, pero el arrojó una caldera de agua hirviendo, al fuego y se formó una enorme nube de vapor.  Los guerreros se perdieron en la nube y el chico logró escapar.   Los guerreros estuvieron días buscándolo, pero nunca lograban acercarse lo suficiente a él para atraparlo.  El chico era demasiado listo para dejarse capturar, y a los guerreros les parecía que era capaz de desaparecer hasta en las rocas de la montaña.

Un día, después de que el chico consiguiera esquivar a un grupo de guerreros furiosos deslizándose por arte de magia dentro de la ladera de la montaña, descubrió que no estaba solo.  Se volvió y se encontró con un consejo de ancianos.  Uno de ellos le dijo que no tuviese miedo, pues no estaban allí para capturarlo ni para hacerle daño, sino que estaban allí para ayudarlo a él y a su pueblo.

Confiando en aquellos hombres sabios, el chico, que ya estaba cansado de las persecuciones constantes, les preguntó si podía quedarse a vivir con ellos.  Los hombres enseñaron al chico multitud de misterios y secretos sobre el universo durante cuatro años, y cuando pensaron que ya habían completado su educación, le entregaron un hato de flechas con poderes especiales.

Cuando el chico, que ya era un hombre, se acercaba al poblado, disparó y mató a un búfalo.  Pensó que aquel acto de bondad tal vez podría ayudarle a que el pueblo lo perdonase por haber matado al jefe.  No tardaría en saber que una gran hambruna había asolado al poblado en su ausencia, por lo que no sólo le dieron una gran bienvenida, sino que también lo nombraron jefe del pueblo.