LOS TRES DESEOS #cuentosinfantiles #perrault #cuentospopulares #infantil
Un honrado leñador🌳 estaba casado con una mujer 👩hermosa e inteligente🧠. Por desgracia, eran pobres y contemplaban con envidia las riquezas 🥇de sus vecinos.
-¡Ah, qué felices🥳 seríamos con sólo la mitad de lo que ellos tienen! -suspiraba la mujer👩
-Ojalá existieran los genios🧞 buenos que satisfacen todos los deseos!
Aquel día el leñador fue al bosque 🌳🌳🌳🌳🌳🌳, como de costumbre, escogió un árbol 🌳de bello porte, levantó el hacha🪓 y dio un golpe en la base del tronco. En ese instante, un relámpago 🌩surcó el cielo y en medio del resplandor surgió una extraña figura. El leñador, sobrecogido cayó de rodillas.
-¡Levántate! -exclamó una voz- Soy Júpiter, el dios del rayo. He oído tus quejas y vengo a concederte tres3️⃣ deseos, pero sólo tres3️⃣, ni uno más.
Y dicho esto, desapareció. El leñador fue corriendo a casa 🏘para contarle todo a su mujer.👩
-Tenemos que pensarlo bien -dijo ella. La verdad es que necesitaría una docena de deseos para quedar satisfecha... ¿Por dónde empezar?
-Lo mejor sería desear riqueza -exclamó el leñador- Así tendríamos cuanto deseáramos.
-Pero ¿de qué serviría mucha riqueza 💰si enfermáramos y muriéramos? -respondió la mujer👩- Más vale desear salud y larga vida.
.Una vida larga y miserable es cosa bien triste. ¡Más tiempo de desgracias!
Mientras discutían, la mujer👩 puso al fuego🔥 una triste olla 🍲con caldo para la cena. El leñador, que empezaba a sentir verdadero apetito, exclamó:
-¡Ah, quién me diera una ristra de salchichas 🌭para cenar!
Apenas acababa de pronunciar estas palabras cuando una ristra de salchichas🌭 cayó dela chimenea.🔥
-¡Serás estúpido! -se enfadó la mujer👩- ¡Salchichas🌭, salchichas🌭! ¿No tenías nada mejor que desear? ¡Bonita manera de utilizar uno de los tres deseos! Cuando las hayamos comido ¿Qué ganaremos? ¡Ah, qué desgracia!
El leñador perdió la calma, dio un golpe en la mesa y dijo:
-¡Basta de lamentos! ¡Ojalá una salchicha🌭 se te pegara en la nariz 👃, así tendrías una buena razón para quejarte!
Por hablar de nuevo sin pensar, la última salchicha 🌭de la ristra se soltó de las otras y se pegó fuertemente en la nariz 👃de la pobre mujer, 👩de donde no pudieron despegarla.
-¡Yo no pretendía hacerte ningún mal! -se lamentó el leñador👨- Tan solo me resta un deseo, pediré riqueza💰 y te ofreceré un estuche de oro para que escondas esa maldita salchicha🌭 que ha aparecido por culpa de mi poca cabeza.
-¡No se te ocurra hacer eso! -exclamó la mujer,👩 aterrorizada- No podría vivir con esa horrible cosa en la nariz👃, antes preferiría morir.
-¡No digas eso! -gritó el leñador,👨 que amaba a su mujer 👩y estaba arrepentido de su insensatez-. Deseo que la salchicha🌭 que tienes pegada a la nariz👃 caiga de nuevo al suelo inmediatamente.
Dicho y hecho, la salchicha🌭 cayó al suelo de la cocina🍳.
-Somos tan pobres como antes, pero al menos no somos más infelices de lo que éramos -exclamó la mujer,👩 quien lanzó un profundo suspiro de alivio-. La riqueza 💰tal vez no nos trajera la felicidad. El dios Júpiter ha querido darnos una lección. No deseemos nada más y comamos estas ricas salchichas🌭 caídas del cielo.
El leñador abrazó a su mujer 👩y ambos cenaron alegremente y se conformaron con lo que ya poseían.
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