EL CALEUCHE #chile #leyendas #lecturajuvenil

Un barco fantasma vaga por los mares de Chile.  Es el Caleuche, que en noches tranquilas navega por las profundidades o sobre la superficie del agua.  Sus tripulantes son náufragos que murieron hace años en aguas muy lejanas, contrabandistas, marineros, piratas o viajeros que perdieron el rumbo y fueron devorados por la inmensidad del mar.

El barco fantasma es capaz de correr veloz como el viento, desplegando sus enormes velas como si fueran alas blancas, iluminadas por el reflejo de la luna en el agua.  A veces se queda completamente quieto, replegando las velas y esperando a que del mar lleguen los espectros de marineros en desgracia.

Cuando el Caleuche se acerca a las playas de la isla de Chiloé, se oye desde lejos la música, las risas, los cantos y el bullicio de una fiesta alegre.  En la cubierta del Caleuche, de tanto en tanto, vuelve la vida y se organiza una fiesta.  Los invitados bailan, cantan y ríen alegres.  Son los fantasmas y espectros de aquellos a los que ha devorado el mar, junto a viejos brujos que asisten a lomo de sus caballos marinos.

La misión del Caleuche es recorrer los mares de norte a sur, de este a oeste, y velar por los seres que habitan las aguas.  Cuando un barco se pierde o naufraga se topa con el Caleuche, que lo guía o lo remolca a toda velocidad hasta las cercanías de un puerto seguro.

El Caleuche aparece en algunas ocasiones, cuando otros barcos tienen dificultades.  Es inútil buscarlo o perseguirlo.  Quienes lo han intentado lo han visto transformarse en el tronco de un árbol muerto que flota en el agua o en una foca escurridiza que se sumerge y escapa.

Nunca se sabe cuándo se hará visible el barco fantasma.  De un momento a otro, aparecen en la lejanía sus velas blancas enredadas en la niebla y se oye su música alegre esparcida en el viento marino.

Pero la misma magia que lo ha hecho aparecer se lo lleva de repente, sin previo aviso, y en el lugar donde estaba no queda ni rastro del imponente Caleuche.