BALDER #LEYENDA #NÓRDICA #LecturaJuvenil #Vikingos
Imagen de Lothar Dieterich en Pixabay
Balder era hijo del tuerto Odín y de su segunda esposa, Frigg, diosa del amor conyugal. Fue el favorito de los dioses y contrajo matrimonio con Nanna, ayudante de Freyja, la primera esposa de Odín.
Al principio Balder tuvo una vida feliz, pero comenzaron a atormentarlo sueños perturbadores. Preocupados por su seguridad, los dioses encomendaron a Frigg que extrajera a todas las cosas, vivas o inanimadas, el juramento de que no harían daño al joven.
Después los dioses se divirtieron arrojando cosas a Balder, pues sabían que era invulnerable. El dios timador Loki descubrió que Frigg había pasado por alto una planta, el muérdago, suponiendo que era demasiado débil para amenazar a su hijo. Por despecho, Loki convenció a Hod (gemelo ciego de Balder) de que arrojara en broma a su hermano una ramita de muérdago y guió su mano cuando la lanzó.
El lanzamiento derribó a Balder y los dioses fueron presa de la confusión y la incertidumbre hasta que Frigg propuso que alguien bajara a los infiernos y organizara el rescate de su hijo.
Hermod, otro hijo de Odín, se ofreció voluntario para visitar Helheim. Montó a lomos de Sleipnir, el corcel de ocho patas de Odín, cabalgando hacia su horrible destino, durante nueve días y noches, por barrancos cada vez más oscuros y profundos y no vio a nadie hasta que llegó a un puente dorado que cruzaba un ancho río. Siguió el camino, pues Balder ya había cruzado el puente, en dirección a los infiernos.
Sin miedo, Hermod cabalgó hasta la sala de Hel, diosa de la muerte, que le permitió pasar la noche en compañía de Balder. A la mañana siguiente Hel le dijo a Hermod que Balder sería liberado si todo el cielo derramaba una lágrima. Hermod regresó a Asgard, la ciudad celestial, con la buena nueva.
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