PADRE SOL, MADRE LUNA #LEYENDA #AMÉRICA #LEYENDA_PUEBLO_OSAGE #lectura_juvenil #padres #viaje
Hace muchos años, allí donde se unían cielo y tierra, en una época en que los ancestros vivían en ambos mundos, había un par de hermanos que no habían conocido a su padre. Su madre siempre les decía que había muerto en una batalla cuando ella estaba embarazada, pero cuando los hermanos crecieron, oyeron los rumores que comentaban otros ancestros de que su padre no había muerto en combate.
En realidad, decían que su padre ni siquiera era un guerrero, sino que era un forastero que había aparecido en su mundo una noche. Aún más asombroso era otro rumor según el cual el sol, que todo lo ve, era el único que podía decirles a los hermanos la verdad y los hermanos estaban decididos a averiguarla.
Individuos Osage.
El día que los hermanos tenían previsto emprender el largo viaje hacia el sol, algunos les advirtieron de que era demasiado peligroso. Sabían que ningún otro ancestro había salido nunca en busca del sol. Sin embargo, los hermanos no se inmutaron ante las advertencias y emprendieron el viaje a través del cielo.
Fue un viaje larguísimo, y los hermanos vieron como escaseaban sus raciones de comida. Cuando calcularon que les quedaba como mínimo otra semana de viaje, el hermano menor se preguntó si acaso no debían dar media vuelta y regresar, pero el hermano mayor, temeroso de que se burlasen de ellos si regresaban tan pronto de su búsqueda y murmurasen aún más de su padre, convenció al menor de que prosiguiesen su andadura hacia el sol.
Los hermanos estaban prácticamente muertos de hambre para cuando alcanzaron el sol, y éste no se anduvo con rodeos, les dijo claramente que él era el padre de ambos, y no fue sólo eso lo que les reveló.
"La mujer que os ha criado como a sus propios hijos no es vuestra madre -les dijo-. Vuestra madre es la luna. Si no me creéis, preguntádselo vosotros mismos. Pasará por aquí esta noche."
Artesanía Osage.
Y así, al anochecer, los dos hermanos se aproximaron a la luna. Efectivamente, la luna les confirmó que ella y el sol eran sus padres. El hermano menor se quedó muy triste, pues sabía que ya no podían regresar junto a los ancestros, pues no pertenecían a su pueblo.
Los hermanos accedieron y comenzaron el viaje de vuelta a la tierra. Sin embargo, cuando se acercaban a la superficie, vieron que la tierra estaba cubierta de agua. El agua les lamía los pies, y los arrastraba al fondo. De pronto se vieron rodeados por una manada de alces y los hermanos, imploraron ayuda a los alces mientras chapoteaban con desesperación en el agua.
El líder de la manada se volvió hacia sus hermanos y en un abrir y cerrar de ojos la manada al completo bajó la testuz y empezó a beberse el agua. Las aguas no tardaron en desaparecer y enseguida los hermanos se encontraron pisando tierra firme.
Los hermanos agradecieron efusivamente su ayuda al líder de la manada y los invitaron a que se quedaran a vivir con ellos. Los alces aceptaron y con el tiempo, los hermanos aprendieron a cultivar maíz y alubias, que compartieron con los alces aunque, por supuesto, rechazaron la invitación de éstos a que compartiesen su hierba.
Pueblo Osage.
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