LA CULEBRA Y EL LABRADOR #fabula #esopo #lecturajuvenil #confianza #perdón
-Mal hombre, ¿por qué me has pisado si yo, no te había hecho daño ?
El labrador se hizo el desentendido y continuó su camino. El año siguiente yendo el labrador por la misma senda, le habló la culebra otra vez, y le dijo:
-¿Dónde vas amigo?
-A sembrar el campo -le contestó el labrador.
-No siembres en tierra de regadío -le dijo la culebra- porque este año será de muchas aguas y ahogará la semilla, pero tú no creas a quien hiciste mal.
Al año siguiente, pasando el labrador por el mismo camino para sembrar el campo, le preguntó la culebra dónde iba, y el , le respondió que a sembrar, le dijo la culebra que no sembrase en lugar seco, porque aquel año habría gran sequedad y se perdería cuanto se sembrase en lugares áridos, y le dijo al fin:
-Pero tú no creas a quien hiciste mal.
El labrador, pensando que quería engañarle, no hizo caso de lo que decía y sembró en tierra de secano, y sucedió como le dijo la culebra, de manera que se secó todo el campo y todos los trigos se perdieron.
El tercer año, pasando el labrador por donde estaba la culebra, le volvió a preguntar esta dónde iba, y le respondió que a sembrar, y le dijo la culebra:
-Si quieres coger pan este año, siembra en tierras comunes, que no sean ni muy húmedas, ni muy secas, sino templadas, pero te vuelvo a decir que no des crédito a quien hiciste mal.
El tercer año, pasando el labrador por donde estaba la culebra, le volvió a preguntar esta dónde iba, y le respondió que a sembrar, y le dijo la culebra:
-Si quieres coger pan este año, siembra en tierras comunes, que no sean ni muy húmedas, ni muy secas, sino templadas, pero te vuelvo a decir que no des crédito a quien hiciste mal.
El labrador hizo aquel año lo que la culebra le aconsejó y cogió mucho trigo. Volviendo el hombre cierto día de sus campos, le dijo la culebra:
-Amigo ¿has visto cómo te ha sucedido todo como yo te pronostiqué?
-Es verdad - dijo él- y por tanto te estoy muy agradecido.
La culebra le pidió entonces que le hiciese una gracia, y el labrador le dijo que pidiera lo que quisiese.
-No te pido otra cosa, sino que mañana me envíes a tu hijo único con una olla de leche -le dijo mostrándole un agujero en donde la había de poner - Cuidado con lo que te he dicho muchas veces, que no des crédito a quien mal hiciste.
Con esto se fue el buen hombre para su casa, y al día siguiente envió a su hijo con la leche a la montaña, según se lo había prometido a la culebra; y llegando este al lugar que el padre le había mostrado, puso la leche en el agujero; mas saliendo de pronto la culebra saltó sobre él y le mató.
-Amigo ¿has visto cómo te ha sucedido todo como yo te pronostiqué?
-Es verdad - dijo él- y por tanto te estoy muy agradecido.
La culebra le pidió entonces que le hiciese una gracia, y el labrador le dijo que pidiera lo que quisiese.
-No te pido otra cosa, sino que mañana me envíes a tu hijo único con una olla de leche -le dijo mostrándole un agujero en donde la había de poner - Cuidado con lo que te he dicho muchas veces, que no des crédito a quien mal hiciste.
Con esto se fue el buen hombre para su casa, y al día siguiente envió a su hijo con la leche a la montaña, según se lo había prometido a la culebra; y llegando este al lugar que el padre le había mostrado, puso la leche en el agujero; mas saliendo de pronto la culebra saltó sobre él y le mató.
-Maldita culebra, me engañaste diciéndome que te enviase a mi hijo y le has matado traidoramente.
La culebra, poniéndose en lugar seguro, le respondió:
-No dices bien, yo no te he engañado; tú me pisaste y me heriste ¿no te he dicho muchas veces que no creyeses a quien habías hecho mal?
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