EL TIO CEROTE #cuentospopulares #cuentoaragones #lectura #juvenil #secreto #susto #bruja
El marido observó que los sábados desaparecía de la cama antes de media noche, y al amanecer, sin saber cómo, la encontraba a su lado. Para averiguar la causa, se tendió en el banco de la cocina, y se hizo el dormido.
A la hora indicada, la mujer se acercó al marido de puntillas, lo creyó en profundo sueño, y se dio por todo el cuerpo con un ungüento, herencia de sus dignas antepasadas, muy duchas en la magia y demás artes diabólicas.
-"Por encima de rama y hoja, á los campos de Tolosa".
Picado el remendón de la curiosidad, se untó como ellas, y no habiendo entendido bien lo que voceaba tales vestigios, dijo:
-"Por entre rama y hoja, á los campos de Tolosa".
Con la velocidad de bala de cañón subió por la chimenea, atravesó montes y valles, pasó por zarzas y espinos, y llegó al aquelarre o reunión de brujas, casi desollado.
Comenzaba la danza. Alrededor del demonio en figura de macho cabrío, y a compás de música infernal, bailaban brujas y brujos, cantando:
-"Lunes y martes y miércoles, tres, jueves y viernes y sábado, seis".
-"Y domingo, siete"
-"Coge la giba y vete" -le replicó furioso a coro el aquelarre, al escuchar el nombre del día consagrado a Dios.
En el acto le nació al monaguillo una joroba que envidiaría un dromedario.
-Tío Cerote, otra vez, aféitese el bigote.
El diablo, después de tan bello espectáculo, comenzó a leer la constitución que otorgaba a sus fieles súbditos, escrita en un inmenso cartapacio; al ver éste, el zapatero exclamó:
-¡Jesús, María y José, que libro tan grande!
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