PETER PAN #J.M.BARRIE #CUENTOSINFANTILES #CUENTOSPOPULARES #NIÑOS #INFANTIL #fantasia #aventuras
Los padres de Wendy, Miguel y Juan habían ido aquella noche al teatro, dejando a sus hijos solos en casa.
Wendy miraba por la ventana abierta, esperando ver aparecer ¿a quién? Nada menos que a Peter Pan, su héroe. ¿Y si no llegaba?
Pero él se presentó y preguntó a los niños:
-¿Queréis venir conmigo al País de Nuncajamás?
Como ellos afirmaran entusiasmados. Peter ordenó al hada Campanilla, que le seguía a todas partes, que espolvorease sus polvos mágicos para que sus amigos pudieran volar. En seguida, una curiosa pandilla atravesaba los aires en ropa de dormir.
Miguel llevaba su muñeco de trapo y Juan su paraguas y su chistera de cartón.
Todos eran felices, todos, menos Campanilla, que sentía unos tremendos celos de Wendy.
AVENTURAS CON INDIOS Y PIRATAS
En el galeón pirata del capitán Garfio, anclado en un lugar de Nuncajamás el vigilante gritó con fuerza:
-¡Peter Pan a la vista!
El terrible Garfio ordenó disparar los cañones y, Peter ordenó a Campanilla.
-Lleva a mis amigos a la isla y ponles a salvo.
Pero, como la hada no le obedecía, la desterró de la isla:
-Me ha echado de su lado -decía rencorosa-. Me vengaré diciendo al capitán Garfio dónde se esconden.
Pero mientras, en la isla, Miguel, Juan y Wendy cayeron en poder de los pieles rojas. El jefe dijo:
-Peter Pan ha raptado a mi hija, la princesa Lirio, y no os soltaré hasta que me la traiga.
-Peter es incapaz de raptar a nadie, y menos a una princesa -replicó Wendy.
Se enteró Peter Pan de lo ocurrido y, con valor increíble, rescató a la princesa del poder de los piratas y la llevó junto a su padre, el Gran Jefe, que devolvió la libertad a los tres hermanos.
EL ARREPENTIMIENTO DE CAMPANILLA
Pronto tuvo Campanilla de que arrepentirse, pues el capitán Garfio, riendo a carcajadas, la encerró en un farol.
Allí prisionera, estaba triste por haber revelado el refugio de su querido Peter. Pero, aunque lo intentó, no pudo escapar del farol.
Mientras, los piratas cayeron sobre el refugio de Peter Pan y se apoderaron de todos. Los llevaron al barco del pirata que, sobre su pata de palo y amenazando con su garfio, reía triunfal.
¡Qué amarguras estaba pasando Campanilla y que arrepentida estaba de sus celos! Aunque pereciera en el empeño, tenía que rescatar a Peter Pan. Una vez libre, el triunfaría sobre sus enemigos.
En un último intento, Campanilla consiguió romper el farol y cortó las ligaduras de Peter. Apenas llegó a tiempo, porque Garfio ordenó:
-¡Mis piratas! ¡Arrojadles a todos a los cocodrilos!
EL GALEÓN VOLADOR
Pero sucedió que, a cada pequeño que los piratas arrojaban sobre las fauces del cocodrilo, se llevaban un chasco, pues Peter lo recogía en el aire, depositándolo sobre la torreta del vigía.
-¡Enfréntate a mí, Peter Pan! -rugía Garfio.
Entonces, Peter acudió en busca del pirata y empezaron una terrible lucha. De pronto, Garfio perdió pie y cayó en las fauces del cocodrilo,
Todos los piratas corrieron en su ayuda y Peter Pan, aprovechó para, con sus artes mágicas hacer volar el galeón con dirección a Londres, a casa de sus amiguitos.
La perra Nana, que estaba asomada a la ventana, vio descender el galeón y, por una pasarela tendida entre el barco y el ventanal, a sus queridos amigos.
¡Adiós, Peter Pan! -gritaron a coro los hermanos.
-¡Adiós! -gritó Peter desde el galeón volador.
Comentarios
Publicar un comentario