LA GARZA REAL #exigente #fabula #jeandelafontaine #lecturajuvenil
Hubo un día no se adónde, la Garza Real con sus largas patas, su largo cuello y su largo pico. Costeaba cierto río y estaba el agua clara y transparente, como en los mejores días. La Carpa jugueteaba con su compadre el Sollo. La Garza podía cogerlos fácilmente, pues se acercaban a la orilla, al alcance de su pico; pero le pareció mejor aguardar a que le entrase el apetito; era animal muy arreglado; y no comía más que a sus horas. Al cabo de algún rato, le vino el apetito, y acercándose al agua, vio varias Tencas que salían de su oculto albergue. No le agradó aquel manjar; esperaba algo mejor, y mostrándose tan desdeñoso como el Ratón del buen Horacio:
-¡Tencas a mí! -exclamó- ¿Cómo ha de contentarse con tan grosera vianda una Garza Real? ¿Por quién me tomarían?
Rehusada la Tenca, encontró un mísero Gobio.
-Tampoco es esa comida para una Garza Real. ¿ Abrir yo el pico por tan poca cosa? ¡ No lo quiera Dios !
Y tuvo que abrir el pico por algo menos; pues no quiso la suerte que viese ya ningún otro pez, malo ni bueno. El hambre apretaba y tomó a gran fortuna encontrar una Babosa.
Quien mucho quiere alcanzar, suele perderlo todo. No desdeñéis nada, sobre todo cuando la cuenta no os salga del todo mal.
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