EL ROBO DE LA PRIMAVERA #leyendas #lectura #juvenil #america #infantil #primavera #verano #otoño #invierno
Imagen de Pfeilgiftfeder en Pixabay El invierno era largo y muy crudo. Los lagos estaban helados y la tierra cubierta de nieve. Esto sucedía porque un fuerte pueblo del lejano Norte tenía a las estaciones encerradas en sacos de piel de ciervo, y como le gustaba más que ninguna el invierno, lo soltaba y a veces lo dejaba hasta doce meses. Las gentes perecían de hambre. Hasta los más afanosos almacenadores de víveres no podían guardar bastantes en el corto verano. Pielparda, el coyote, que estaba hambriento, pedía por todas las puertas sin encontrar quien pudiera darle nada. Al fin, la vieja Ardilla le dio de sus frutos de rosal silvestre, pero tenía tan poco, que Pielparda se los comió todos. La vieja Ardilla empezó a lamentarse y a gemir diciendo: -Me moriré de hambre, pues la primavera no vendrá. -Hay que hacer algo para traerla -dijo Pielparda-; sigue gritando hasta que vengan todos. Cuando todos estuvieron reunidos, suspirando y gimiendo por la primavera, Pielparda pidió a